martes, 28 de enero de 2020

QUE NUESTROS DESEOS NO SEAN CUMPLIDOS (II)


En Dios, todo está todo disponible. Pero eso no implica que yo encuentre todo lo que necesito realmente, sino que cada uno encuentra lo que -consciente o inconscientemente- está buscando.
(Como cada cosa que un hijo de Dios oye de otro, estos dichos deben ser pasados por el tamiz del Espíritu Santo, y esto que escribo no es una excepción: vea si es correcto).
El principio que escribo (como hipótesis) es que cada uno encuentra lo que -consciente o inconscientemente- está buscando.
Eso nos pone en la situación de pensar profundamente qué es lo que Dios quiere que yo busque, porque puede ocurrir que en mis humanas necesidades, me dedique a buscar humanas soluciones, para encontrar humanos consuelos.
Hace un tiempo escribimos: "¿Quién puede asegurar que sus deseos coincidan a la perfección con los deseos de Dios? El corazón del hombre, susceptible de ser engañado, puede ansiar cosas contrarias a la voluntad de Dios.
El hombre, cada hombre, puede encerrarse en la maraña de sus sueños y deseos, sin darse cuenta que ellos chocan con el corazón de Dios.
Y supongo que debe ser horrible que, a causa de nuestra larga testarudez, Dios diga: "Está bien. Quedate con tus propios planes, y que tus deseos sean cumplidos".  
"Israel, ¿insistes con tener un rey que gobierne tu vida? OK: ahí tienes a tu Saúl".
Es políticamente incorrecto decir esto, pero debe ser dicho: espero que los deseos de nuestro corazón no sean cumplidos.
Aún hay esperanza mientras renunciamos a nuestros deseos en pos de que Dios cumpla los suyos en nosotros."