miércoles, 30 de octubre de 2019

Que nuestros deseos no sean cumplidos (II)


En Dios, todo está todo disponible. Pero eso no implica que yo encuentre todo lo que necesito realmente, sino que cada uno encuentra lo que -consciente o inconscientemente- está buscando.
(Como cada cosa que un hijo de Dios oye de otro, estos dichos deben ser pasados por el tamiz del Espíritu Santo, y esto que escribo no es una excepción: vea si es correcto).
El principio que escribo (como hipótesis) es que cada uno encuentra lo que -consciente o inconscientemente- está buscando.
Es como en internet: si googleas por ejemplo que tal político es corrupto, encontrás todas las páginas que afirman eso. Si en cambio buscás que ese político es honesto, encontrás todas las páginas que hablan de su honestidad.
Cada uno encuentra lo que -consciente o inconscientemente- está buscando.
Eso nos pone en la situación de pensar profundamente qué es lo que Dios quiere que yo busque, porque puede ocurrir que en mis humanas necesidades, me dedique a buscar humanas soluciones, para encontrar humanos consuelos.
Hace un tiempo escribimos: "¿Quién puede asegurar que sus deseos coincidan a la perfección con los deseos de Dios? El corazón del hombre, susceptible de ser engañado, puede ansiar cosas contrarias a la voluntad de Dios.
El hombre, cada hombre, puede encerrarse en la maraña de sus sueños y deseos, sin darse cuenta que ellos chocan con el corazón de Dios.
Y supongo que debe ser horrible que, a causa de nuestra larga testarudez, Dios diga: "Está bien. Quedate con tus propios planes, y que tus deseos sean cumplidos".  
"Israel, ¿insistes con tener un rey que gobierne tu vida? OK: ahí tienes a tu Saúl".
Es políticamente incorrecto decir esto, pero debe ser dicho: espero que los deseos de nuestro corazón no sean cumplidos.
Aún hay esperanza mientras renunciamos a nuestros deseos en pos de que Dios cumpla los suyos en nosotros."

martes, 8 de octubre de 2019

Ya estamos completos en Él


Cuando una persona ha recibido la nueva vida de Cristo, esa persona ya tiene todo lo que necesitará en la vida y en la eternidad. Nada nuevo irá a recibir más adelante, sino que en su ADN espiritual ya está todo previsto, aunque claro que deberá madurar cada uno de esos rasgos.
Es igual lo que ocurre con un bebé recién concebido en un vientre materno: en sus cromosomas ya está completo, sus rasgos, sus atributos ya están sellados en su ADN, sólo resta que maduren en el tiempo (debido a esto es que ya es una persona, y un aborto es un asesinato).
Cuando nosotros fuimos reconciliados con el Señor, toda su vida pasó a ser nuestra, o mejor dicho, todo nuestro ser pasó a ser de Él, y fuimos hechos herederos de Su Vida, de su perfecto ser. Y nada falta que nos entregue, nada quedó en el tintero. Todo ya fue sembrado en nosotros, y nuestra tarea es la de reconocer esa semilla, y cuidarla para que dé frutos.
El problema de las religiones consiste en introducir a las personas en procesos de "negociación con Dios", una negociación que suena así: "si quieren que Dios les dé algo, ustedes primero deben dar algo". Y eso es una falsedad.
Una cosa es el proceso creciente de llevar una vida cada vez más santa y responsable para manifestar la vida que el Señor ya nos dio (de una vez y para siempre), y otra cosa, dictaminada por la falsedad religiosa, es la de tener que hacer buenos actos, para que luego Dios vea si somos o no merecedores de Su regalo.
La diferencia es abismal.